Como hace muy poco acabo de sacarme el permiso de conducción, estaba pensando en la adquisición de un coche a medio plazo. Dejando a un lado cuáles con mis requisitos 'de hardware' -por así decirlo-, me vino a la cabeza el tema del seguro. Con la excusa de la seguridad (la tuya o la del prójimo) hay todo un suculento negocio detrás que poco tiene que ver con su principal fin. Más ejemplos. Actualmente estamos ante una política de prevención contra el tabaco -a la que me adhiero, aunque eso sea otro tema-, cuyo cometido es tener unos ciudadanos más saludables. Pero, ¿desde cuándo la política se ha preocupado por la salud de sus votantes? Desde el mismo momento en que los gastos sanitarios que se generan con el negocio del tabaco superan los beneficios -para el sector público- que producen. Otro más. Los bancos y otro tipo de negocios (rentas) utilizan el concepto de fianza para garatizar su seguridad económica respecto a un servicio o producto que ofrecen a sus clientes. Esa prestación económica justificada bajo el lema de la seguridad -la suya, en este caso-, no es más que otra posibilidad de usarla temporalmente en su beneficio para sus propios negocios. Y más. A veces, desde el poder político se insta a la mejora de la seguridad ciudadana con motivo de algún acto vandálico o terrorista. De nuevo, muchas veces esto es una excusa para restringir las libertades ciudadanas, lo que indirectamente supone un mayor control -también económico- de la población. Parece que cuando se habla de cualquier ejemplo de seguridad, finalmente todo queda reducido a términos económicos. Comentarios (0) |