Es curioso darse cuenta de cómo pasa el tiempo recordando alguna historia pasada. En la definición de navegador -web- de la WikiPedia en español nos encontramos también con una pequeña reseña histórica de los browsers más populares de los tiempos. Entre los últimos se encuentra Firefox. Y supongo que por tratarse de una especie de diccionario, el redactor se ha abstenido de dar su opinión.

Lo has adivinado. Voy a dar la mía aquí y ahora. Todo este tiempo, Microsoft ha conseguido implantar sus aplicaciones gracias a su incorporación en Windows, Sistema Operativo masivamente extendido, conocido y usado. Y todo indica que va a seguir haciendo lo mismo, a no ser que por ley se le impida seguir haciéndolo por considerarse prácticas monopolísticas (algo he oído en este sentido). El hecho es que, producto de esta -acertada para la empresa de Redmond- política, Internet Explorer se ha ido convirtiendo, estos últimos años, en el estándar de facto para la navegación web.

Pero dicen que cuando se está arriba de todo, lo único que queda es caer. Y yo no lo he empujado; han sido el CERT, la Seguridad Nacional de EUA, países enteros como Suecia, Finlandia y Dinamarca, entidades reconocidas en el ámbito de seguridad como SecurityFocus, etc... Y ese panorama es el que le espera, en mi opinión, a Internet Explorer, como no se pongan las pilas. Y es que desde hace un tiempo, algunas fuentes [1][2] no hacen más que vaticinarlo.

Y con ello, el sucesor se va abriendo camino. Y es que no es para menos. Mozilla ha tenido un gran bagaje. Viene de Netscape, pero poco le queda del mismo. Su código ha llegado incluso a ser reescrito desde cero. Y del mismo ha surgido Firefox, una variante orientada al usuario final. Más pulida, amigable, con una interfaz más clara y sencilla. Pero también podemos acceder y modificar, si sabemos qué tocamos, otros aspectos más avanzados, escribiendo en la barra de direcciones:

• about:config para tocar la configuración de muchos aspectos, si bien es muy recomendable saber exactamente lo que se está modificando, pues cabe la posibilidad de dejar inusable el navegador (aunque si sucede, siempre quedará reinstalarlo).
• about:plugins para ver los plugins y qué versiones tenemos instalados y son reconocidos por Firefox.

Firefox también tiene mejores tiempos de respuesta en el arranque respecto de su antecesor. Finalmente, tiene un magnífico sistema de plugins (llamados extensiones) y pieles (o themes). Las extensiones son muy importantes, pues permiten añadir nuevas y sorprendentes funcionalidades al navegador. Una extensa lista de las existentes, clasificadas por categorías, puede ayudar a hacernos una idea de lo que hablo.

Comentaré tres, que son las que uso actualmente. Luego, de ti depende conocer y hacerte con más. Núnca sabes si algo puede serte útil hasta que lo pruebas ;)

1. AdBlock - Extensión imprescindible si no quieres tener que tragarte banners publicitarios, imagenes o animaciones de propaganda y demás ruido, por lo general, molesto. Sencillo de usar, permitiendo filtros por cadenas o incluso por expresiones regulares. [Página de instalación] [Página del autor]
2. BugMeNot - ¿Cansado de tantas webs que piden registro para hacer cualquier cosa? Este plugin trata de prevenirlo, usando una base de datos de esas webs, de forma que cuando trates de acceder a una zona donde necesitas registro, mire si tiene algún usuario en sus datos para usarlo. [Página del autor y de instalación]
3. SpellBound - Aparecido recientemente en barrapunto, esta extensión actúa de corrector ortográfico en los campos que sean aptos para escribir texto. Hay disponibles diversas lenguas. [Página del autor y de instalación]

¿Será el browser la herramienta del futuro? ¿Llegará a extender tanto sus funcionalidades hasta asemejarse a un editor de texto que yo me se? Señores/as, hagan sus apuestas...