La Ley de Murphy dice algo más o menos como: "si algo puede ir mal, irá. Podría definirse como una afirmación de gente pesimista o apta para malpensados y/o escépticos, pero he descubierto un nuevo ámbito de aplicación. Hoy en día parece que esta Ley "se ha adaptado al medio" y se usa en muchos sitios para excusarse de las cosas que no funcionan como deberían. Y digo "se ha adaptado al medio" refiriéndome a un entorno laboral en el cual nadie se moja las manos y ni le pone ganas de hacer las cosas -bien-. No voy a entrar si es a nivel particular o global (empresarial) dado que no es mi intención la de discutir eso. Por tanto, si tienes una incidencia con algún producto, ya sabes la respuesta. Si el teléfono no funciona, casualmente ese día la central telefónica ha sufrido un cataclismo tremendo y estan trabajando para restablecerlo lo antes posible. Y sí, precisa y únicamente ha sido en tu región/municipio/distrito o escalera. Si has realizado un pedido, estas esperando a recibirlo por correo y no llega en la fecha prevista, probablemente te encuentres con que haya huelga de transportistas, que el paquete se haya enrutado erróneamente hacia Calasparra de Arriba o que la empresa esté en plena reorganización del Departamento Logístico. Y lo peor de esto es que algunas veces será verdad, pero se ha usado tanto este recurso como excusa que ya no hay manera de obtener un ápice de fe cuando se le espeta la causa del atropello al pobre infeliz que se halla con el inconveniente. Por abusar, nos ha pasado lo mismo que en el cuento del pastorcito que bromeaba con la presencia del lobo: hemos perdido la credibilidad. Comentarios (3) |